Strava: ejemplo de herramienta para estudio de movilidad y contaminación

  

   Como practicante habitual del ciclismo voy a aprovechar este trabajo para ver qué aspectos mas allá de la propia medida de la actividad física se pueden deducir a partir de su registro en una red social muy de moda entre los deportistas como es Strava.
Strava es una web y aplicación móvil muy popular dedicada al seguimiento de la actividad deportiva, preferentemente ciclismo y carrera. Hace relativamente poco comenzó a ofrecer un servicio de datos llamado Strava Metro, diseñado para ayudar a los investigadores del transporte y los planificadores urbanos a mejorar la infraestructura para ciclistas y peatones. 
En el trabajo publicado la revista International Journal of Environmental Research and Public Health:Utilizing Crowdsourced Data for Studies of Cycling and Air Pollution Exposure: A Case Study Using Strava Data”,(https://www.ncbi.nlm.nih.gov/pubmed/28282865), Yeran Sun y Amin Mobasheri evalúan los efectos de la contaminación del aire durante la realización del ejercicio aprovechando los datos del Metro de Strava y teniendo en cuenta que  se esperaría una variación en los niveles de contaminación del aire dentro de una ciudad. En este trabajo se analizan los patrones espaciales de las actividades de ciclismo independientemente de si es como medio de transporte o como actividad ludico-deportiva así como la exposición a la contaminación del aire. De este modo también intentan estimar el número de actividades lúdicas en bicicleta de acuerdo con las características ambientales.
  Los resultados medidos muestran que las actividades de lúdicas de ciclismo  se ubican más en las afueras de las ciudades que las del ciclismo como medio de transporte en sí.  Por otro lado, los ciclistas “lúdicos” tienen más probabilidades de estar expuestos a niveles de contaminación del aire relativamente más bajos que los ciclistas que emplean la bicicleta como medio de desplazamiento. De estos resultados infieren que existe la necesidad de que los responsables políticos hayan de considerar cómo mejorar la infraestructura ciclista y la seguridad vial en las afueras de las ciudades así como adecuar el interior de las ciudades para permitir las condiciones adecuadas del uso de la bicicleta como medio de transporte.
  Debido a que se registra el número de actividades de ciclismo en diferentes franjas horarias, los autores plantean que en un futuro se podría hacer un modelo de  las variaciones espacio-temporales en actividades de ciclismo que sean útiles para la planificación del espacio y tráfico. Por otro lado si se incorporan en los trabajos la variable de los contaminantes atmosféricos como el dióxido de azufre, el dióxido de nitrógeno y el ozono, es posible que se pueda evaluar la exposición acumulativa a la contaminación del aire utilizando los datos de localización de Strava Metro y ayudar a estimar la exposición total a la contaminación por todos los ciclistas de una localidad en concreto, tanto cuando viajan para desplazamientos o cuando practican el ciclismo como actividad lúdico deportiva. Esto sería importante para trabajos  futuros por el potencial para obtener una comprensión mucho mayor del impacto de la contaminación del aire de la ciudad y su efecto sobre la población.
Vemos pues cómo con los datos obtenidos en una red social que permite el registro de actividades deportivas, en este caso el ciclismo, se puede analizar el comportamiento de los usuarios,  asociarlo a los niveles de contaminación del aire y tomar medidas para adecuar las ciudades al transporte alternativo al vehículo a motor y tratar además de esta manera de reducir los niveles de contaminación beneficiando la salud colectiva.

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